3/15/2007

Zonas erógenas femeninas

1. Cerebro
2. Nuca
3. Cuello
4. Axila
5. Senos (pezones)
6. Espalda
7. Vientre
8. Vagina
9. Muslos interiores
10. Pompas
11. Muslos
12. Rodillas
13. Chamorros
14. Pies
15. Ano
16. Orejas


----> Aunque considero que todo el cuerpo es erógeno pues la piel es el órgano más sensible y grande de nuestro cuerpo, las siguientes son las zonas de mi cuerpo que considero super erógenas. Las zonas pueden cambiar de mujer a mujer e incluso algunas podrían eliminarse de la lista.


De pensar en todas las sensaciones que pueden experimentarse tentando a cada una de estas partes, no puedo evitar sentir un cosquilleo general. Todas estas partes me gustan por igual, pero tengo algunas que son específicamente mi debilidad. Las orejas, el cuello, la nunca, la espalda, las axilas y los pies son las zonas más receptivas de mi cuerpo, y especialmente me gusta que me las laman con la punta de la lengua y luego le soplen despacito y/o que las acaricien sin querer-queriendo suavemente.

Hay partes en mi cuerpo que funcionan como pequeños interruptores y otros que funcionan de simple y llano mantenimiento. Contrario a lo que muchas mujeres piensan, por ejemplo, a mí me gusta que me toquen los senos en la parte pre de cualquier fajecito o relación sexual, pero después de un rato, el que toquen los senos constantemente se vuelve algo monótono. Creo que es un conocimiento básico que quienes gozamos de acariciar hemos aprendido a lo largo de pruebas y errores: existe un límite en cuanto a tocar una zona durante mucho tiempo, una zona que es estimulada repetidamente en la misma sesión sexual se vuelve casi insensible a cualquier roce, por eso hay que buscar formas alternas y creativas de acariciar utilizando no sólo las manos o la lengua, y cambiar de estímulos y partes estimuladas.

¿Qué más se puede utilizar para acariciar? Fácil. La lengua y los dedos obvio, el dorso de la mano, la nariz, las pestañas, los pies, los senos, la entrepierna, el pene, las piernas, los brazos y el cuerpo completo rozando el cuerpo del otro es una sensación que magnifica la experiencia a lo largo y ancho de nuestras pieles.

Utilicen su saliva, hielos, aceites, velas, plumas, telas suaves, rugosas, frutas, comida, lo que se les ocurra. Estoy segura que cada uno conoce lo que lo pone a temblar, y qué mejor que experimentar cosas que jamás se nos hubieran ocurrido.

2 comentarios:

flaii dijo...

por ahì me dijeron que...
me faltó una zona erógena.. supongo que es el Punto G.
Pero, en realidad existe? Esto abre la oportunidad para un próximo blog.

Anónimo dijo...

Lo bueno del Punto G es que nadie sabe donde esta exactamente pero todos lo buscamos....