Sex is power.

It really is.
Las mujeres con cuerpos de diosas y cara de putas lo saben, ¿por qué no habríamos de saberlo todos? El sexo es la expresión más pura de carnalidad e instinto humano, por lo tanto, es la forma más primitiva de mostrarnos poderosos ante los demás.

Por ahí me comentaron de la existencia de un libro llamado War of Semen, o algo así y me resulta demasiado interesante como lectura de cabecera. Ya se los había comentado antes: el ser humano es un animal, al fin de cuentas son las razones biológicas y químicas las que nos rigen, y el sexo no sólo es una constante en cuanto a respuestas biológicas, sino que es la expresión más fácil para que entendamos a que nos referimos.

La mayoría de todo lo que nos rodea como seres humanos: complejos, actitudes, deseos (incluso hasta la ropa que nos compramos, cortes de pelo, ropa que comemos) están relacionados directa o indirectamente con el deseo biológico de resultar atractivos y por tanto, elegibles para la reproducción. Entre más deseado entre la especie resulta un individuo, más aumentan las posibilidades de que sus genes se encuentren presentes en las generaciones venideras.

¿Por qué las mujeres eligen a los hombres más rudos y fuertes y que las traten mal? Esto también podría explicarse a través de razones biológicas: la apreciación de la fuerza en un individuo es notada principalmente por el deseo de una fémina de lograr que los seres que procreará con ese ser en particular, tendrán los mismos genes, serán agresivos y fuertes y lograrán sobrevivir bajo la ley del más fuerte.

¿Qué loco, no? Yo también había oído que incluso, es normal que los hombres se sientan más atraídos a formas más femeninas, curvas, senos voluptuosos y caderas anchas por que eso denota en una mujer su -según nuestro sentido de la vista- alta capacidad de procrear, dar a luz y amamantar criaturas. ¿Y el tamaño del pene? Pues también leí que biológicamente, la mujer se sentirá más atraída por un pene grande y erecto que uno en condiciones contrarias, por que eso, en nuestra percepción animal, le garantiza que su hombre es poderoso sexualmente (sementalezco) y que por consiguiente, quedará preñada más fácilmente. Ojo aquí: no significa que la biología siempre tenga la razón, son sólo las razones antropológicas-biológicas del sexo y de por qué nos sentimos atraídos a ciertas formas, como quiera, el humano es un animal racional que en gustos ha roto géneros e incluso libros de biología.

Volviendo a lo que nos cruje, tencha, sí, que el sexo es poder.
Y muchas mujeres y muchos hombres lo saben.
El sexo se ha convertido en el arma de manipulación por excelencia entre las parejas y entre la sociedad, incluso. Y es que existen diversos poderes sexuales que tomar en cuenta: el resultar atractivo, el ser excelente amante, el saber bailar y mover las caderas, el tener una voz muy masculina, el tener pito grande, el tener un cuerpo voluptuoso natural (i hate silicons), el cautivar a un hombre-mujer con la mirada, nooombre vatos si me pusiera a mencionar todos, no acabo y se aguitan, así que mi recomendación para este blog es: PREGUNTEN. De seguro han de haber tenido ya unos cuantos amantes, y pueden preguntarle cuál es su característica (la de ustedes, no de ellos) que más les atrajo cuando salían. (Aparte, ni se hagan, es bien chido recibir halagos sobre uno mismo de un cabrón-vieja que nos dejó, jojojo, it raises selfesteem like a charm).

A mí me han dicho que mis cualidades son: mi inteligencia, mi sentido del humor, my wit, mis chichis, mis nalgas, mis ojos, la manera en que hablo, o como me como una paleta, o como bailo, ondas así.

Be specific al preguntar, y cuando tengan una respuesta que los sorprenda -coz you knew you had it but never realized it-, utilicen esa arma y explótenla cabrón. El sexo es poder, pero también es un juego bien chingón de jugar.