3/26/2007

Hormonas

¿Cómo hablar del sexo femenino sin hablar de hormonas? Creo que parte primordial de este blog es justificar las respuestas sexuales humanas en base a la biología (por que son hechos comprobables, que con una pequeña leídita de libros de biología podemos entender, it's not that big a science).
En fin.

Hoy tenía en mente postear dos blogs sumamente diferentes, uno, hablando específicamente sobre el hombre y otro hablando sobre los planceres sensuales (de los sentidos). Pero me levanté de un humor raro (estoy en mi día 28), con los estrógenos y progesterona muy altos, y decidí hablar mejor sobre eso que en esta parte del día me agobia.

Para aquellos(as) que no entiendan el por qué estoy así en mi día 28, les explico: El ciclo menstrual de una mujer, o sea el oráculo de sus ciclos hormonales, empieza el día 1 de la menstruación, con el primer sangrado. De ahí, pasan los días de la menstruación, y al llegar por el día 12-15 que es la mitad del ciclo menstrual, comienza de nuevo la ovulación, esto es, el ovario deshecha un óvulo que se depositará en el útero en espera de ser fecundado. Es durante estos días que el cuerpo comienza a retener líquido y que las paredes uterinas se preparan con tejido esponjoso para recibir al óvulo expulsado. De ahí en adelante, el cuerpo y las hormonas se encargarán de que la mujer se sienta más perceptiva a la respuesta sexual, intentando así tener alguna relación sexual y fecundar el óvulo.

Yo estoy en mi día 28, lo cual significa que mi período de ovulación-deseo ya terminó, y estoy esperando a que el tejido de mi útero se desprenda (menstruación) para empezar de nuevo. Es en estos días, los últimos del ciclo y los primeros, en que la respuesta sexual se encuentra minimizada. El cuerpo te dice un: ni modo, te chingaste. Así que ahorita no quiero nada de pitos, si lo dejamos en términos biológicos minimizados.

Y súmenle el tan estudiado y excusado SPM o PMS en inglés (síndrome pre-menstrual o pre-menstrual syndrome). Las mujeres podemos aumentar de 2-3 kgs. por retención de líquido, los senos están hiper-sensibles, la cara está de lo peor, el cuerpo te dice vete a dar un masaje, tu humor está de lo más voluble, y los antojos se presentan a cada hora. Es horrible.

Me encanta el sexo, pero en días como hoy fácil puedo cruzarme de piernas, voltearme en la cama y decir que me duele la cabeza. (a cambio de eróticas caricias, masajitos y palabras cariñosas al oído, igual termino cediendo).

Así es.
Las mujeres me entienden y los hombres tal vez no, pero no tienen de otra.

El apapacho es una forma de expresión sexual que aunque no sustituye el coito, es un excelente "mientras tanto" que a veces se necesita más que una cogidita, sobretodo en días como hoy.

1 comentario:

Anónimo dijo...

I understand, sniff.

Ay Flaii, you always find the right words for every situation.

Eres una chingona.

*Big Fucking Kiss*